Hollywood siempre ha sido un lugar de ensueño para todos aquellos que aman el séptimo arte, un sitio siempre iluminado, con grandes casas, enormes cines y lujos como en ninguna otra parte del mundo, el lugar donde los sueños se pueden hacer realidad. La Meca del Cine sigue atrayendo constantemente a nuevas estrellas emergentes, actores, actrices, directores y guionistas que conviven en esa burbuja donde todo parece diferente, más brillante, más glamuroso. Sin embargo, Hollywood también tiene una cara oscura, una parte mucho menos divertida y excitante, en la que los vicios, los secretos oscuros e incluso las muertes extrañas toman el lugar.
Uno de los misterios de esta cara B de Hollywood es la muerte de la actriz Natalie Wood, poseedora de una belleza icónica en la meca del cine y una de las estrellas más rutilantes de los años 50, 60 y 70 en la gran pantalla. Wood había ganado un Globo de Oro y había participado en películas tan inolvidables como West Side Story o Rebelde Sin Causa. Era considerada una de las mejores actrices del mundo cuando en noviembre de 1981 desapareció de la faz de la Tierra, después de sufrir aparentemente un extraño accidente mientras estaba a bordo del Splendour, su propio yate, junto a su marido y a Christopher Walken, su compañero en el nuevo film que rodaba. La muerte estuvo rodeada siempre de mucho misterio, y de hecho, en 2011 la policía de Los Ángeles volvió a reabrir el caso.
¿Cómo era el entorno de la actriz?
Nacida ya en Estados Unidos, en el seno de una familia de origen ruso, Natalie comenzó su carrera como actriz siendo muy joven, gracias a sus dotes interpretativas y a su inolvidable belleza. La chica, de hecho, comenzó como estrella infantil y luego dio el paso a papeles más maduros, convirtiéndose por ejemplo en la inolvidable Maria de West Side Story, seguramente la película que más fama le dio y la consolidó como una auténtica estrella en Hollywood. Se dice que Natalie siempre estuvo apoyada por su madre, pero tal vez se podría emplear el término «empujada” como más correcto. La ambición de su madre la llevó lejos, eso sí, y se casó con el actor Robert Wagner, que estaba junto a ella en la fatídica noche de su desaparición. También estaban en el barco Christopher Walken, compañero en su última película, y el jefe del yate, el capitán Dennis Davern.
La desaparición de Natalie Wood
Era el 27 de noviembre de 1981 y Natalie Wood había salido junto a Walken y su marido a celebrar el final del rodaje de su última película. Habían cogido su yate Splendour y habían navegado hasta la isla de Santa Catalina, frente a la costa de los Ángeles. Allí pasaron la noche, bebiendo y comiendo en un restaurante local. Y es aquí donde empiezan las sospechas. Primero, porque se dice que el trío bebió más vino de la cuenta, algo que luego quedaría señalado en la propia autopsia a la actriz. Y luego porque varios camareros y testigos que estaban presentes en el restaurante afirmaron que la cena no había sido precisamente tranquila, y que Wood y Wagner habían estado discutiendo a gritos.
Poco después de aquello, los tres volvieron al barco para pasar la noche allí, atracados en Santa Catalina. Sin embargo, Wagner despertó al capitán Davern a la una y media de la madrugada, asegurando que Natalie no se encontraba a bordo. Con Walken también despierto, los tres hombres buscaron a la actriz por todo el yate, sin éxito. Era como si se la hubiera tragado la tierra… o el mar. El capitán pronto noto que la balsa hinchable que siempre llevaba atada el yate también había desaparecido. Tal vez Natalie había decidido utilizarla, aunque era extraño que ninguno de los allí presentes lo hubiera notado en el momento…
¿Cómo murió?
Tras fracasar en su búsqueda en el barco, los tres hombres hicieron a cuenta de que era muy probable que la actriz hubiera decidido saltar del yate y tal vez con la propia lancha, huir del lugar. La estuvieron buscando durante un tiempo con los faros reflectantes por toda la zona, y finalmente la encontraron horas después a unos cientos de metros de allí, con su cuerpo entre unas rocas, ya sin vida. Tras avisar a la guarda costera, lograron recuperar el cadáver de Wood y comprobaron que tenía pequeñas heridas en brazos y piernas, probablemente causadas por las propias rocas, así como una magulladura en la mejilla. La actriz nunca había aprendido a nadar, y tal vez eso pudo ser fatal para su desenlace, pero entonces, ¿por qué había saltado del yate en aquel momento?
Teorías alrededor de su muerte
Desde el mismo instante en el que se conoció la tragedia de Wood, muchos empezaron a especular sobre la realidad el “accidente”, y sobre diversas teorías que apuntaban a que tal vez no había sido precisamente como lo contaba la versión oficial. Muchos afirmaban que Wood no pasaba por su mejor momento, ya que hacía tiempo que Hollywood no la requería para papeles importantes en películas grandes. El hecho de convertirse en una “vieja gloria” con solo 43 años podía estar afectándole más de lo normal, y el abuso de alcohol no parecía cosa de una sola noche…
Y luego estaba su marido, Robert Wagner, con quien discutía constantemente en esos últimos días de vida, incluyendo la noche de su desaparición. Al parecer, Wagner no veía con buenos ojos al partenere de su mujer en esta última película, Christopher Walken, que parecía tener una relación demasiado cercana con Wood. En 2011, el libro de una periodista abrió de nuevo el debate sobre esta extraña muerte, afirmando que Wagner podría estar involucrado directamente en el fallecimiento de la actriz, y que éste no había sido precisamente un accidente. A día de hoy, la muerte se sigue considerando sospechosa, y el misterio envuelve el final de una de las actrices más memorables del Hollywood clásico.